viernes, 21 de noviembre de 2014

Odisea 17

17.3 Pasea Telémaco con la lanza. Es un niño pijo, claramente. También aparece con dos perros.

17.15 Telémaco le miente a Eumeo (con ironía: «mi gusto es decir la verdad sin rebozo»): hay que mandar al forastero (que sabe que es Ulises) al palacio, aunque no quiera.

17.32 Euriclea pone tapetes de lana en los sillones (recordar las cestitas para el pan: detalles "¿femeninos?")

17.35 Acogida de las mujeres a Telémaco: le besan cabeza y hombros. 17.39 Penélope, la cabeza y ojos.

17.150 Profecía de Teoclímeno: elemento de tensión porque afirma, sin que se lo pidan, que Ulises ya está en Ítaca. Puede estropear la estrategia de Ulises.

17.189 Eumelo le comenta a Ulises (disfrazado): «Duros son los reproches de príncipes».

17.235 Ulises se mantiene firme soportando el golpe de Melantio: otra vez su virtud heroica de resistir los males. Y a la vez, padece lo que Tersites (en 17.463 Antínoo le da en la espalda con un escabel).

17.286-289 El vientre es el que lleva a equipar naves que llevan la ruina ( tema de larga tradición literaria posterior).

17.301 El perro Argo le reconoce y muere. Un episodio conmovedor en su contención.

17.383 δημιουργοί los trabajadores para la comunidad: adivinos, médicos, constructores, cantores.

17.417 Ulises le dice a Antínoo que extenderá su fama si le da más pan.

17.485-487 Los dioses que van por el mundo disfrazados: clave ideológica de toda esta parte.

17.476 Maldición de Ulises: Antínoo –sorprendentemente- se achanta.

17.511-521 Eumelo alaba a Ulises como narrador: 17.514 «los relatos de aquel te hechizarán el alma».

17.541 Estornudo como señal de asentimiento divino.

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