Un día nos fuimos con bocatas a comer a uno de los miles de sitios de la costa llena de islas y canales entre Estocolmo y el mar abierto.
Hacía esa temperatura suave del verano sueco, había nubes en el cielo y barcos pasando.
Y aquí yo, disfrutándolo:
Bellas fotos que amplían (nos amplían)el horizonte.
ResponderEliminarSí, a pesar de la imprecisión fotográfica creo que ese era el paisaje y el mar. Hace apenas un mes que estuvimos, pero parece que han pasado varios meses. Tengo ganas de que vuelva nuestra hija, la echo de menos.
ResponderEliminarUn abrazo