-La
libertad de palabra (y franqueza y seguridad), la
parrhesía de los griegos clásicos, me la encontré en la carta a los Hebreos (4.16):
Acerquémonos, por tanto, confiadamente [μετὰ παρρησίας] al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar gracia para una ayuda oportuna.
-Un ancla en el cielo, del otro lado
del velo [el velo del templo de Jerusalén] es el Señor ahora, que es nuestro pre-cursor [traducción latina literal de
pródromos: el que corre (cursor) por delante (prae)] (Hebreos 6.19-20):
Segura y sólida ancla de nuestra alma, y que penetra hasta más allá del velo [καταπετάσματος], adonde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho, a semejanza de Melquisedec, Sumo Sacerdote para siempre.
-La nieve como lana y el hielo como migas de pan:
Salmo 146.12-17: [Yahveh]
como lana distribuye la nieve, esparce la escarcha cual ceniza.
Arroja su hielo como migas de pan, a su frío ¿quién puede resistir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario