lunes, 27 de febrero de 2012

Corazón y mundo que grita

Dios nos ha socorrido misericordiosamente en este combate, hablándonos no solo dentro del corazón sino también a través del mundo creado. (...) Dios ha sojuzgado a este mundo sensible y le ha colocado palabras en la boca haciéndole profetizar en nombre suyo. (...) Y así como el amor es quien escucha la voz interior del corazón, la fe escucha la voz exterior; así como el amor alaba a Dios dentro del santuario de su intimidad, la fe lo descubre en el mundo, y así como el amor es la vida de Dios en el alma solitaria, la fe es el guardián del amor en nuestra relación con los hombres. Y así como la fe sirve al amor, el amor es quien comunica a la fe su excelencia y su gloria.
[...]
Pero es el amor quien hace la fe, y no al revés. Nos salvaremos, no por ninguna de esas cosas sino por la llama celestial que arde en nosotros, la cual, al tiempo que consume lo que se ve, aspira a lo que no se ve. El amor es la aquiescencia y adhesión suave, tranquila, satisfecha, con que el alma contempla a Dios.

[Beato] John Henry Newman Sermones parroquiales /4, Encuentro, Madrid, 2010, traducción de Víctor Garcia Ruiz, p. 325 y 328

1 comentario:

  1. "El Juicio no distingue los atletas de la fe, ni los militantes de la esperanza sino los obreros de la caridad" (Jean-Luc Marion).

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