Me gusta tanto su obra que siempre me sorprende cuando defiende el aborto como lo defiende: repetidamente, como un derecho irrestricto, sin entrar en más consideraciones ni dejar resquicios a dudas, como un gran logro.
Así que a pesar de todo, me volvió a sorprender su artículo del otro día, en el que le pedía al nuevo gobierno que 'crea' en el estado de bienestar, que piense lo mismo que el anterior en educación y sanidad y que mantenga tal cual las "conquistas individuales": el aborto y el matrimonio homosexual.
[Por otro lado, no debería preocuparse: estoy seguro de que el nuevo gobierno hará justo eso.
Como mucho, puede que obligue a las menores a pedir permiso a sus padres, que es lo único que Rajoy ha prometido hacer]
Y pensaba en todo esto, pensando que los que nos oponemos el aborto no conseguimos hacer ver a otros que aquí hay un gravísimo problema, y ayer leí un artículo de Nicholas DiFonzo en First Things donde explica que puede ser útil hacer ver a los pro-choice la problemática en concreto:
-¿Que pasa con las mujeres que se ven forzadas a abortar por las amenazas de sus maridos/novios?
-¿Qué pasa cuando el aborto pone en peligro la vida de la madre? ¿Qué pasa con el riesgo para las mujeres que han abortado repetidamente y quieren seguir abortando?
-¿Qué pasa cuando se usa el aborto como medio de seleccionar el sexo del hijo [El País]?
-¿Qué pasa con los abortos a diagnósticos de síndrome de Down?
Uno de los postulados del izquierdismo, dar voz a los que no tienen voz, se le niega justamente a quien debiera ser su primer destinatario; la contradicción es tan flagrante que todavía no salgo de mi asombro a día de hoy. ¿Cómo y por qué no lo ven? ¿Cómo no caen en la cuenta de que tendrían que salvar a los dos, madre y feto, apoyando a la primera y salvando así al segundo?
ResponderEliminar¿Y por qué se pasa por alto, como dijo en su día Fernando Savater, la figura del padre? ¿Y si éste quisiera que su hijo viese la luz, en contra del deseo abortista de su pareja?
Espero que llegue el día en que en esta cuestión los progre-abortistas sean en verdad los retrógrados.
Lo que sorprende muchas veces es el fervor en la causa, una causa que a poco de analizarla tiene menos sustento que un cstillo de naipes. Pero no se llega a ese análisis. Es como que solo dijeran: "dejenme hacer lo que quiero". Pero ni siquiera como los chicos, que cuando se le dice que puede estar mal dice: "aunque esté mal, no me importa". Ni siquiera.
ResponderEliminarYo añadiría: ¿Qué pasa cuando el padre si quiere que su hijo nazca? ¿Qué pasa cuando no quiere, estará obligado a pasar una pensión de por vida?
ResponderEliminarEn fin es todo tan aberrante y la perversión de los conceptos morales es tan grande en este tema que me ahoga...al final sólo los altos, rubios y con ojos azules
Hace unos 4 años. En un mismo día a una amiga le diagnosticaron cáncer de pecho y le anunciaron qu estaba embarazada.
ResponderEliminarFue a tres médicos, en Barcelona. El primero le dijo que abortara. El segundo le dijo que abortara
El tercero le dijo que no lo había entendido : Era o abortar y vivir ella, o morir ella y el futuro bebé y dejar un viudo y una peque de dos años.
Ella no quería abortar. Tampoco quería dejar a la peque sin madre
En Bcn, siglo XXI, una pareja pide ayuda para luchar por la vida, y solo recibe pegas.
Ultimo recurso : Navarra
Ahora tienen dos niñas preciosas. La quimio bien administrada en el momento adecuado , no le causó ningún problma
(Fue el bautizo con más alegría y más lágrimas al que he asistido)
Hablando con un amigo argentino, cero creyente, me sorprende ver como tiene tan claro el no al aborto
ResponderEliminarDespues , pensando, me sorprende darme cuenta de como me ha empapado tanto esa mentalidad mi-vida-egoista-que-nadie-me-moleste, que me sorprende encontrar a alguien, de otros ambientes, que se horroriza con el aborto .
Creo que vale la "estrategia", pero como provisoria y sin demasiado énfasis, ya que corremos el peligro de que estas cuestiones accidentales quieran volverse el punto fuerte de nuestros argumentos en contra del aborto.
ResponderEliminarPor ejemplo: el problema planteado en la segunda pregunta es probable que algún día se pueda llegar a "solucionar" con algún tipo de aborto completamente seguro. ¿Qué pasaría entonces? Nos dirían, en el mejor de los casos: "ya resolvimos sus planteos, ahora cedan ustedes en esta negociación".
Es como explicar moral sexual mostrando las consecuencias de las enfermedades venéreas.
¿Cómo puede sorprenderte, ARP? ¿Has leído alguno de los insultos que profiere en sus diarios?
ResponderEliminarSigo dicendo que como editor no lo supera casi nadie.
Y sin embargo, seguro que Trapiello está en contra de la pena de muerte. Y no es capaz de ver (por lo que tú dices, porque es un logro de la progresía y no se entra en más consideraciones, porque se ha hecho de ello una victoria más del anticlericalismo y no se entra a analizarlo en conciencia)que la única diferencia entre un convicto de asesinato múltiple y un concebido en el vientre de su madre, además de la absoluta inocencia del aún no nacido y de su indefensión legal (¿dónde están su abogado y su jurado y todas las apelaciones y las revisiones del caso?), es que el convicto tiene una cara visible y un documento de identidad, mientras que el niño aún no ha podido asomarla.
ResponderEliminarYo estoy convencida de que algún día se les caerá la venda y entenderán que no es un asunto de Iglesia o no-Iglesia, sino de humanidad y conciencia. Como no dejaba de repetir el socialista y jurista N.Bobbio, que tanto les gustaba citar a De la Vega y a Zapatero, pero nunca en este tema. Y como no deja de repetir Claudio Magris, del PDS (Democracia de Izquierdas), que hay que considerar el aborto a la luz de los principios y valores que sostienen la civilización, de esas "leyes no escritas" de las que hablaba Antígona, que no se puede convertir en bandera ideológica "sin entrar en más consideraciones".
Aquí Magris sobre "las conquistas individuales": "No sé si venir al mundo es un bien o deja de serlo; sé que se debe respetar y tutelar a quien ha venido al mundo. La vida de un ser humano es una curva sin interrupción desde el momento de la concepción hasta el de la muerte, una curva que avanza hacia la potenciación, para luego declinar hacia el progresivo empobrecimiento biológico e intelectual. Una curva, una parábola, que está expuesta a las agresiones de la enfermedad, de la desnutrición, de la violencia, de la carencia afectiva y que no conoce solución de continuidad. Entre un neonato y un hombre de veinte años hay más diferencias que las que hay entre el mismo neonato y él mismo en el séptimo mes de gestación, o entre éste séptimo mes y el cuarto, etc.
Lo que varía es la relación afectiva y social que los demás instauran con este ser: es obvio que nos sentimos más ligados con un hijo de tres años que con un infante nacido una hora antes. Es obvio que se sufre de modo distinto ante una persona, según que muera en la plenitud de sus cualidades y de sus relaciones con nosotros, o que muera en un estadio de edad o enfermedad que la haya mantenido al margen, desde hace tiempo, de cualquier relación con nosotros.
Pero la relación sentimental con un ser humano no es el criterio de medida de los derechos de los demás sobre él".
Suso, yo también espero que la situación cambie, ahora que no puede ser peor.
ResponderEliminarY sí, Juan Ignacio, a veces es una reacción de pataleta lo que hay de fondo: quiero garantizar mi independencia y todo lo que se oponga a eso queda en un segundo plano.
Y el varón como culpable y víctima queda demasiado en segundo lugar, Ignacio.
Gracias, Miriam, por lo que dices: es duro el tema del aborto, pero es muy grande que sabe enfrentarse a él. Y es verdad que aquí se empieza a dar por supuesto el aborto. Y Diego, aquí ya estamos más allá de discusiones sobre la maldad del aborto: habría que empezar a explicar que el aborto es algo malo (así está el nivel por aquí).
Adaldrida, no estoy de acuerdo contigo en eso.
Y gracias, cb, por el texto de Magris.
Yo tengo la suerte de que se me caen de las manos los libros de Trapiello (cómo siento los 46 euros que me gasté tontamente en "Las armas y las letras").
ResponderEliminarEn este artículo me recuerda a la boba que se le sienta al lado al sheriff de No Country for Old Men (en el libro, no en la peli) en un confernecia en Corpus Christi y que dice "no me gusta adónde va este país. Yo quiero que mi nieta pueda abortar" Y el Sheriff dice "No creo que a usted le preocupe en realidad adónde va este país. Tal como yo lo veo no me cabe duda de que su nieta podrá abortar, es más, podrá hacer que le practiquen a usted la eutanasia"
Ea, a no preocuparse, que sus nietos seguro que también. A ver si le dejan participar en las deliberaciones sobre picarle o no el billete y nos lo cuenta en el enésimo puro del salón...
Nadie sabe mejor que unos padres el dolor causado por la perdida de un hijo. Acabamos de enterrar al nuestro, que hacía el tercero, después de haberle sido diagnosticado una trisomía el pasado mes de julio. Hemos intentado( y lo hemos conseguido) disfrutar del embarazo estos 4 meses hasta el fatal desenlace el pasado 15 de noviembre, día en que tras la ecografía de las 37 semanas el ginecólogo nos comunicó que Pablo había muerto.
ResponderEliminarTristes, muy tristes, pero satisfechos, muy satisfechos por el deber cumplido, y con las conciencias muy tranquilas. Quisimos que Pablito tuviese la oportunidad que a la mayoría(dicen que al 90%) de estos niños se les niega: Nacer. En su caso morir por causa(aborto) natural en el mejor lugar: el vientre de su valiente madre que pidió, suplicó, soñó con el error médico, con el milagro que, desafortunadamente, no aconteció.
Descanse en paz mi hijo... y vivan en desgracia todos aquellos que promueven el aborto.
(Perdón por haber usurpado su blog)
Balaverde, qué buena la frase de Cormac MacCarthy.
ResponderEliminarNGG, gracias por contar lo que cuentas: me impresiona mucho y me emociona: un abrazo fuerte a ti y a tu mujer.
NGG, un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarMuchas gracias.
ResponderEliminarY nació, nuestro Mongo nació, muerto, pero al menos le permitimos nacer. Y por cierto: era precioso.
Descanse en paz mi hijo... y vivan en desgracia todos y cada uno de los que promueven el aborto.
Saludos
Yo también quiero darle un abrazo fuerte a NGG, aunque espero cruzármelo pronto y dárselo en persona. Desde julio seguí ese embarazo con una admiración muy grande y orgulloso. Pablo desde el cielo seguro que muchísimo más que yo.
ResponderEliminarGracias, Enrique. Me consta que así lo sientes. Orgulloso de ser amigo del boticario y agradecido porque ha tenido un papel muy destacado.
ResponderEliminar"Desnudo salí del vientre de mi madre,
y desnudo volveré allí.
El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó:
¡bendito sea el nombre del Señor!"
Muchas gracias
Yo tengo dos preguntas más: ¿qué pasa con los padres que tienen que ver cómo la madre aborta a su hijo sin que ellos puedan hacer nada? Sí, también los hay.
ResponderEliminar¿Qué pasa con los médicos amenazados de severa sanción si no cumplen con su "obligación" de practicar el aborto a quien se lo pida?
Y por supuesto, me uno a ese abrazo a NGG.
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