lunes, 10 de octubre de 2011

Brideys y Cordelios

Es fácil de imaginar que en una convivencia de gente del Opus Dei el tema de la religión -aparte de Misa, Rosario, ratos de oración y clases de catecismo- sea omnipresente.
Yo me acordaba de lo que le choca a Charles Ryder la familia de Brideshead, todo el día sacando el tema de la religión, desde la perspectiva de Cordelia (con novenas y 'Cordelias negras' -pero también la entrega y la alegría) o desde el de Bridey (comentarios desafortunados, coleccionista de cajas de cerillas, sociología católica sin fisuras -pero también conciencia de no ser querido). Y luego está Lady Marchmain, con sus catedráticos y las lecturas familiares al amor del fuego de apologistas católicos.
Algo así en esas convivencias: se podría hacer un reality show transmitido en directo, pero la gente me parece que se aburriría, todo el día que si los católicos así, o los protestantes asá o qué pasa en Sudamérica con las sectas evangélicas.

Un día, uno que sabía nos estuvo hablando del catolicismo en Estonia, tema candente para nosotros, que lo seguimos como otros el relato de la ascensión al Everest (aquí mis notas en passant, nada seguras):

Hay una carta de Antonio Possavino al Papa en 1586 en la que habla muy elogiosamente de la religiosidad de los pobres (=los estonios; la clase alta era alemana y se había hecho luterana en masa).
Hay datos todavía en 1750 de peregrinaciones semiclandestinas a un (ex-)santuario mariano.
También por esas fechas quemaron a una mujer "que piensa de otra manera" (ay, ser católico y ser heterodoxo).
La primera iglesia católica post-reforma la consigue un gobernador militar español (de la Cerda: español tenía que ser), para los soldados polacos del zar.
Las primeras conversiones de estonios al catolicismo son en los años 30.
En 1970 había 5 -cinco- católicos estonios.
En los años 70-80 hubo -y parece mentira- conversiones, sobre todo en ambientes intelectuales: gente que llegaba al catolicismo de oídas.
Ahora son unos 6000, con conversiones anuales y las dificultades habituales.

Y si has conseguido llegar al final de esta entrada y se te han revuelto las tripas, piensa que Estonia puede ser tu paraíso: es uno de los sitios del mundo donde más fácil vas a tener no oír hablar de religión. Aunque si escarbas no, ahí están: mala hierba nunca muere.

3 comentarios:

  1. ¿Y cómo se sabía que en 1970 había exactamente 5 católicos y no 8 o 3, o 19? Curioso.

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  2. Lo contó alguien que lo sabía bien. Pero que fueran 7, 4 ó 10 es igual de ilustrativo: eran cuatro gatos, incluso sumándoles los católicos extranjeros que viviesen allí, también muy pocos.

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  3. ¡Tooooma yaaaaaa!, como diría Rocío Arana, que es una Cordelia de pura raza. Yo, que tiro a Bridey, aunque entreverado de Ryder, he disfrutado lo indecible con esta entrada.

    Luego, qué orgullo de ser español, lo siento.

    Y finalmente espero de todo corazón que una compañera de universidad haya leído hoy En Compostela. Se apellidaba Cerdá y en primero, en el primer trimestre, cuando las presentaciones, se me ocurrió decirle: "Le quitas el acento y queda elegantísimo ". No me lo perdonó en los cinco años de carrera.

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