Poemas breves en su mayoría, haikus o lo que sean -que yo no me meto-, o soleares -o lo que sean.
Poesía para el pueblo (y qué bien explica ese para), luchando por una sencillez conseguida tras duro esfuerzo, alcanzando una profundidad pero que sea accesible a los demás y con un humor que eleva.
Y también, claro, la imagen de su cara: nos vemos cerca de Isabel Escudero, aunque no la conozcamos: una autobiografía en verso vamos leyendo.
Pongo aquí cuatro poemas que me gustaron (el último ya lo puso Enrique, pero quiero tenerlo aquí yo también).
Se descorren las nubes
y ¡otra vez el mismo drama
de los azules!
Que no quede títere
con cabeza:
¡por ahí se empieza!
¿Original?: como cada quisque:
sé vulgar si quieres
distinguirte.
¡Que se entretengan,
que se entretengan!:
¡que se aburran
sin darse cuenta!
(Nunca se sabe, Pre-textos, Valencia, 2010, p. 101, 231, 237, 248)
Qué buen título, y claro que es abierto y esperanzado, y nada escéptico ni nihilista: "...el viento sopla donde quiere, y oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Así es todo el que nace del Espíritu..."
ResponderEliminarSólo Cristo puede decir, y lo dice, que sabe de dónde viene y a dónde va. Los demás confiamos.
Los nihilistas y los escépticos no es que no sepan, es que no confían.
Me gusta el "¿Original?: como cada quisque", y el "drama de los azules". ¿Qué será lo que tienen los azules?