Jesús se mostró a los ojos de los discípulos y a sus oídos, explicándoles las cosas del reino de Dios. Después añade aún una tercera palabra con la que interpreta la convivencia de esos días -una palabra algo extraña que la versión ecuménica traduce por "comida en común"-. Pero literalmente dice que el Señor "comió sal con ellos". La sal era el don más precioso de la hospitalidad y, en ese sentido, su expresión en general (...). Pero la sal es también símbolo de la pasión; es un condimento y es un conservante que contrarresta la descomposición de la muerte.
El verbo es συναλίζω (syn -con- + hals -sal-). El pasaje es Hechos 1, 4.
* Joseph Ratzinger, Imágenes de la esperanza. Itinerarios del año litúrgico, Encuentro, Madrid, 1998, p. 54-55.
Curioso, el término "comensal" se parece mucho a pesar de que seguro que sus raíces no apuntan por el mismo derrotero.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracías, sí que es curiosa la coincidencia. Y la etimología es compartir la mesa (cum + mensa), que también es muy pertinente.
ResponderEliminar¿Y por eso comemos bacalao salao en Cuaresma?
ResponderEliminarhttp://lacolumnatoscana.blogspot.com/2010/02/cuaresma-dia-10.html