Estoy en el volumen III de las Memorias de Valverde, disfrutando mucho: me gusta porque escribe lo que le parece, sin amaneramientos retóricos, con fuerza, con leísmos vallisoletanos, con sus ideas sobre el papel, gusten o no o sean poco correctas. Y con una capacidad de transmitir su entusiasmo por la naturaleza y la investigación biológica que conmueven y admiran. Tres textos que marqué del volumen II:
Estaba aterido y agotado. Menos mal que Lorenzo dio la vuelta para esperarme en la orilla lejana y me ayudó a salir cuando casi ni podía valerme de entumido (p. 137).
[Sobre los flamencos, que en el sur llamaban cagarzos] En el pueblo me confirmaron que habían criado los "cagarzos" -la gente de campo no tiene por qué añadir poesía a sus vidas idílicas bautizando románticamente la fauna (...). (137-8)
Enfangarse en barro es malo. En Las Nuevas he visto morir a un gran burro que había pasado la noche bregando en el limo de la orilla del río, y aunque aparentemente le sacaron sin daño, duró pocas horas (139).
Y luego me hace mucha gracia su enfado con la mujer de Fernando VII por haber usado lo que estaba previsto que fuera el Gabinete de Ciencias Naturales para quitarse de encima los cuadros de lo que acabó siendo el Museo del Prado (p. 205).
Buena selección; de veras que no sabes cómo me alegro de que te gusten las memorias.
ResponderEliminarPor cierto que el enlace sobre "entumido" lleva a la palabra "cultura".
Ya lo he corregido: estos de la RAE son más malos que arrancados.
ResponderEliminarAhora estoy por el tomo III, metido en el Sahara, matando gacelas (pero para conservación, eh).
¿No sería para comer?
ResponderEliminar