El tema cerveza comenzó con muy buenos augurios: sólo tenía 62 coronas checas la primera tarde (no había podido cambiar y eso era el dinero en metálico que me había dado Mario): y justo eso fue lo que costaban dos cervezas en un sitio de la Mala Strana, que nos tomamos Pablo y yo con gran alegría.
No es cuestión de ponerse a dar una conferencia, pero hay que decir que en la República Checa saben de cerveza (¡160 litros por habitante al año!).
Varios coincidimos en valorar como muy buena la Krusovice; más normalita era la Gambrinus, pero se dejaba beber; y también estaba buena la Staropramen. Y por supuesto las históricas: la Budvar (Budweiser en alemán; la yanqui no tiene nada que ver) y la Pilsner Urquell ('fuente originaria de Pilsen= la ciudad de Plzeň). Y más datos aquí.
Al principio caímos varias veces en las trampas sacaperras para turistas, pero cuando descubrimos que pivnice es cervecería, pudimos disfrutar de alguna 'auténtica' y a precios normales:
No es cuestión de ponerse a dar una conferencia, pero hay que decir que en la República Checa saben de cerveza (¡160 litros por habitante al año!).
Varios coincidimos en valorar como muy buena la Krusovice; más normalita era la Gambrinus, pero se dejaba beber; y también estaba buena la Staropramen. Y por supuesto las históricas: la Budvar (Budweiser en alemán; la yanqui no tiene nada que ver) y la Pilsner Urquell ('fuente originaria de Pilsen= la ciudad de Plzeň). Y más datos aquí.
Al principio caímos varias veces en las trampas sacaperras para turistas, pero cuando descubrimos que pivnice es cervecería, pudimos disfrutar de alguna 'auténtica' y a precios normales:
Cómo refresca escuchar la inversión de esas 62 coronas. Hay que reconocer que la cultura de la cerveza es muy respetable. Vaya viajecito te has pegao, amigo.
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