Las cartas más impresionantes que escribe son las que manda a su padre, que había dejado de dirigirle la palabra cuando ella se hizo del Opus Dei. De hecho algunas de esas cartas su padre ni siquiera las llegó a abrir:
L'altro giorno, a casa di Alberto, ho visto una tua lettera. Dopo quasi tre anni era la prima volta che ne vedevo una e ho invidiato un po' il destinatario. Si vede che noi per capirci abbiamo bisogno di molto silenzio; le parole infatti molto spesso non sono che un' arma di battaglia: servono a difendersi e a ferire. È più saggio dunque farne a meno, perche il silenzio serva a qualcosa (p. 129-30).
El otro día, en casa de Alberto, vi una carta tuya. Después de casi tres años era la primera vez que veía una y me ha dado un poco de envidia del destinatario. Se ve que nosotros, para comprendernos, tenemos necesidad de mucho silencio; las palabras, de hecho, muy a menudo no son más que un arma de batalla: sirven para defenderse y para herir. Por lo tanto, es más prudente hacerlo sin ellas, para que el silencio sirva para algo.
Avrei voluto scriverti (...) non l'ho fatto (...) preché alimentare il nostro dialogo silenzioso, per iscritto, non è delle cose più facili. (...) Vorrei che tu non fossi più dispiaciuto con me, che mi trattassi como gli altri visto che non sono né peggiore né migliore di loro. Tu mi hai lasciata libera per andare per la mia strada, ma la libertà sola non basta (p. 137).Habría querido escribirte (...). No lo he hecho (...) porque alimentar nuestro diálogo silencioso, por escrito, no es de las cosas más fáciles. (...) Me gustaría que tú no estuvieses ya disgustado conmigo, que me tratases como a los otros, visto que no soy ni peor ni mejor que ellos. Me has dejado libre para ir por mi camino, pero la libertad sola no basta.
Allora penso a te, e offro di non capire, e dico che credo, e lo ripeto tante volte fino a che mi sembra di essere stata ascoltata. Tempo fa lessi il Diario di Raissa (Maritain) e mi colpì una frase: "La fede è una dura volontà della verità; non è fatta per pascerci" -mi piace. Tu vuoi la verità; anch' io. Perciò posso fare per te e con te i miei atti di fede (p. 132).
Ahora pienso en ti y ofrezco el no entender y digo que creo y lo repito muchas veces, hasta que me parece que he sido escuchada. Hace tiempo leí el Diario de Raissa (Maritain) y me impresionó una frase: "La fe es una dura voluntad de la verdad; no está hecha para disfrutarla" -me gusta. Tu quieres la verdad; también yo. Por eso puedo hacer por ti y contigo mis actos de fe.
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