De paseo por la esquina suroeste de Galicia con mi hermana Marga y su amiga Blanca, que están pasando unos días en Sanxenxo.
En el desvío a Baiona me despisté y acabamos en dirección a Tui (¡y ya me había pasado lo mismo en septiembre!). De perdidos al río: yo tenía curiosidad por ver Valença do Minho, cruzando a Portugal: y era verdad, vendían toallas.
De vuelta a España media hora después, recorrimos la carretera paralela al Miño hasta A Guarda (antes, La Guardia): por todas partes enormes buganvillas (o buganvilias) a rebosar de flores.
En A Guarda subimos al monte de Santa Tecla.
En el desvío a Baiona me despisté y acabamos en dirección a Tui (¡y ya me había pasado lo mismo en septiembre!). De perdidos al río: yo tenía curiosidad por ver Valença do Minho, cruzando a Portugal: y era verdad, vendían toallas.
De vuelta a España media hora después, recorrimos la carretera paralela al Miño hasta A Guarda (antes, La Guardia): por todas partes enormes buganvillas (o buganvilias) a rebosar de flores.
En A Guarda subimos al monte de Santa Tecla.
Cuando llegamos arriba, una nube se empeñó en partirse, pero aguantamos y pudimos ver la increíble vista. Y el castro, pues curioso, todo de estructuras redondas y apelotanadas y demasiado pequeñas para nuestro gusto. En el museo, piedras con muchos de los motivos que gustan ponerse en joyas los neoceltistas: trisqueles y esvásticas circulares, por ejemplo.
Comimos muy bien en La Pizzicata: increíble ensalada hecha con lo de siempre, que no me lo explico lo buena que estaba. Al oír tarta de galletas mi hermana y yo nos lanzamos a pedírnosla, pero no estuvo a la altura de la de mi abuela (ni a la de mi hermana Eva).
De allí a Baiona (antes Bayona) y paseo por el perímetro del Parador.
Comimos muy bien en La Pizzicata: increíble ensalada hecha con lo de siempre, que no me lo explico lo buena que estaba. Al oír tarta de galletas mi hermana y yo nos lanzamos a pedírnosla, pero no estuvo a la altura de la de mi abuela (ni a la de mi hermana Eva).
De allí a Baiona (antes Bayona) y paseo por el perímetro del Parador.
Y no me importaría pasar unos días allí, lo digo como lo pienso.
Supongo que hoy es fiesta en este blog. Así que felicidades.
ResponderEliminarYa te explicas que no era manía mía lo de ir a Baiona y perderme.
ResponderEliminarUn saluda desde la calurasa Mancha.
Álvaro Medina.
PD: Muy buenas fotos, por cierto.
Qué preciosidad la desembocadura del Miño... Vengo de allí este fin de semana, y doy fe de que es algo hermoso. Y, ya puestos, nadie habla de lo bonito que es el río aguas arriba, que también daría para mucho.
ResponderEliminarHola.
ResponderEliminarVoy a ir unos días a Galicia y me gustaría visitar el monte Santa Tegra y la desembocadura del miño.
En la segunda foto que has puesto de esa pequeña península ¿las casitas que aparecen, son apartamentos?
Te dejo mi correo electrónico:
campanillabejar@hotmail.com
Y también la dirección de mi blog:
http://bejaralba.blogspot.com/
Te agrego a los contactos de mi blog, espero que no te importe.
Saludos.
Alba.
Gracias por las imágenes. Hace dos veranos pasé unos días en una casa justo enfrente de las Cíes y visité todos los lugares que nombras. Entonces dije que no me importaría ser gallega. Una visita inolvidable: Combarro. Si no has estado, no te lo pierdas.
ResponderEliminarAh, y gracias por el enlace.
Es bonito ver en este blog, mi tierra, A Guarda.
ResponderEliminarEspero que hayan disfrutado de sus paisajes y comidas.