domingo, 16 de marzo de 2008

Institucionistas

Con cierto miedo al ir a ver la exposición del Museo do Pobo Galego sobre la Junta de Ampliación de Estudios y la ciencia en Galicia: esperaba propaganda-botafumeiro a la Institución Libre de Enseñanza al servicio ideológico del zapaterismo, que se reclama heredero de ellos (¡ojalá!).
Y resultó que estaba bien: mostraba bien lo que la JAE supuso de intento de modernización (con todo la ambivalencia que puede tener ese término), de deseo de europeización (y aparejado, el complejo de inferioridad de fondo), dirigida por unas élites que no tenían empacho en dar las becas a los de su grupo.
Del grupo institucionista se decía en la exposición que era un contrapoder non exento de procedimentos corporativos semellantes aos da oficialidade. Aparecían en las vitrinas cartas de recomendación. Se documentaba la concesión de becas para familiares y amigos. Entre las beneficiarias, Elisa y Jimena Fernández de la Vega (familia de la actual vicepresidenta). No está de más recordar que Machado, que malamente había conseguido terminar el bachillerato, se benefició de otra beca, aunque yo me alegro ahora de esa injusticia enorme, porque lo pudo disfrutar con Leonor en París, antes de que ella muriera y quizá eso nos lo pagó con poesía (porque lo más chistoso es que la JAE funcionaba -siendo una institución privada- con dinero público).
En las vitrinas había documentos variados; entre los antecedentes, planos del urbanismo de Ferrol en 1774: un proyecto cartesiano muy bonito, en el que aparecía la palabra darcena (por dársena). También había un impreso con el anteproyecto de residencia de estudiantes, que es el origen del actual campus sur de la Universidad, una especie de Ciudad Universitaria como la de Madrid, que hubiera sido monumental si la hubieran acabado y habría tenido la ventaja de que no tendrían que haber hecho la mayoría de monstruosos edificios que surgieron luego allí (el horror de Derecho, la desolación de Farmacia, la monstruosidad de Biología, el feísmo de Psicología).
Como tantas cosas, la Guerra Civil, rompió la que de bueno o malo tenía la JAE; algunos se exiliaron, otros se quedaron (y qué mala idea, pero verdadera, la de poner una foto firmada de Franco a Juan López Suárez, la principal figura del grupo en Galicia): otro dato que añadir a la definición de eso que llaman exilio interior. También merecía la pena ver un documento en el que Castelao criticaba el centralismo del Seminario de Estudios Galegos (centralismo de Santiago de Compostela): el nacionalismo es lo que te tiene, que siempre puede ser más ombliguista y pequeñito.

De vuelta por la puerta de Mazarelos, una pequeña placa de bronce que me paré a leer: per quam pretiosus Baccus venit ad urbem ([puerta] por la cual el precioso Baco [=vino] llega a la ciudad, que es una frase tomada del Códice Calixtino, libro V; la placa la puso el Ayuntamiento en el Año Santo de 1971, Franco regnante).

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