Hacía tiempo que quería hablar de la exposición de Manuel Quintana Martelo en el Auditorio y en la iglesia de la Universidad y no quiero retrasarlo más, para animar al que tenga ocasión de verla (está abierta hasta el 9 de diciembre) a eso, a ver la exposición (las dos, primero en el auditorio, donde se ve muy bien la evolución de su pintura, y luego en la iglesia, donde hay una especie de instalación que completa muy bien la otra parte).
En mi casa tenemos un dibujo suyo: tres rosas hacia abajo sobre un fondo de papeles pegados con esparadrapo. Siempre me gustó y en la visita a la exposición lo que descubrí fue 'el contexto': es un pintor que repite temas: su taller, los objetos del taller, sus zapatillas sucias, platos con pintura, todo eso puesto en las paredes junto a flores o frutas o periódicos, en un fondo difuso que resulta que es el de su taller o quizá sea una realidad inmaterial en la que coloca esos objetos, como experimentando.
Su pintura es un continuo autorretrato (y sí, eso es lo que ha hecho que le estuviera dando tantas vueltas a lo del autorretrato en el blog este último mes). En la iglesia de la Universidad llega al culmen: él cabeza abajo (como las rosas / como san Pedro) y otra vez los fondos.
Rosas hacia abajo:
En mi casa tenemos un dibujo suyo: tres rosas hacia abajo sobre un fondo de papeles pegados con esparadrapo. Siempre me gustó y en la visita a la exposición lo que descubrí fue 'el contexto': es un pintor que repite temas: su taller, los objetos del taller, sus zapatillas sucias, platos con pintura, todo eso puesto en las paredes junto a flores o frutas o periódicos, en un fondo difuso que resulta que es el de su taller o quizá sea una realidad inmaterial en la que coloca esos objetos, como experimentando.
Su pintura es un continuo autorretrato (y sí, eso es lo que ha hecho que le estuviera dando tantas vueltas a lo del autorretrato en el blog este último mes). En la iglesia de la Universidad llega al culmen: él cabeza abajo (como las rosas / como san Pedro) y otra vez los fondos.
Rosas hacia abajo:
Aquí el tema desarrollado, en una de sus grandes pinturas ('Dánae' ¿y por qué 'Dánae'?):
Más:
Merece la pena pasarse por su web con cuadros y otras cosas. Uno puede ver por épocas lo que fue haciendo y es tremendamente aleccionador: de Kandinsky a los pintores gallegos 'típicos' al principio, Saura, Tapies, lo típico, pasando por el expresionismo abstracto, pero para llegar a un lenguaje propio.
Yo este cuadro que pongo a continuación sentí un deseo intenso de robarlo y llevármelo a casa:
Yo este cuadro que pongo a continuación sentí un deseo intenso de robarlo y llevármelo a casa:
Más cuadros suyos y más materiales los podéis ver aquí.
Luego resulta que además de pintar bien y con sensibilidad, sus entrevistas son muy buenas , como esta en Galicia hoxe (en gallego). Algunas cosas:
También:
Y sobre lo abstracto:
Luego resulta que además de pintar bien y con sensibilidad, sus entrevistas son muy buenas , como esta en Galicia hoxe (en gallego). Algunas cosas:
A min gústame verme como un conceptualista dentro da realidade porque eu a emprego non como un discurso argumental, senón que eu recollo elementos da realidade que me motivan e os sitúo dentro dun espazo pictórico. A miña narrativa é un espacio plano onde non existe case que dimensión de profundidade máis que a propia perspectiva de luces e sombras do obxecto en cuestión. Iso é a miña visión da realidade. Só que despois engadiría que a realidade como tal non me interesa, nin me interesa a pintura realista nin moito menos a hiperrealista.
También:
Si, xogo. Xogo con elementos que teñen unha conformación de realidade. Un marmelo [membrillo] é un marmelo e non trato de enmascarar a definición do propio obxecto, senón que é como se o situase enriba do cadro e iso é unha evidencia absoluta. Por iso si, o que fago é xogar cos elementos para elaborar un discurso pictórico. O ser humano síntese máis cómodo ante a realidade que ante a abstracción porque todo aquelo que nos tranquiliza, porque o identificamos, é máis doado de aceptar, é máis cómodo, porque non require ningún esforzo pola miña parte, non esperta preguntas, é un acto burgués. Pero isto é ficar na superficie das cousas, un espectador cando observa unha pintura dos clásicos defínea como realista, pero en realidade, se levamos aquel contrato á realidade do seu tempo, vemos que eran uns manipuladores da realidade que tiñan diante.
Y sobre lo abstracto:
É que eu non me considero nada contrario á pintura abstracta. É máis, acho que teño bastante dela. Por outra parte, o único obxecto costumista que pintei na miña vida, foi un paragüeiro, por encargo nin fun un pintor de flores nos apeitorís das xanelas. Pero a miña obra non debería ser tranquilizadora, porque hai un soporte xeométrico primario moi básico. Cando pinto estou a pensar que un obxecto ten un volume, non no obxecto en si e o que me interesa é distribuílo nun espazo: é unha abstracción xeométrica pura. Son absolutamente cartesiano pintando, fago unha estrutura de disección do cadro, con liñas xeométricas de distribución. Ese é o comportamento da miña obra.
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