jueves, 19 de enero de 2006

Más de Raissa

Está bien visto esto que dice Raissa Maritain*:
Sorprendente historia de David en los Reyes:
Después de su doble pecado, se dice únicamente que esto disgustó a Dios.
Un profeta vino de su parte a decírselo a David.
David se arrepintió en seguida (pero conservó a su lado a la mujer de Urías, y Urías había muerto por su culpa).
E inmediatamente se le dice que está perdonado.
Así, la Nueva Ley aparece como más dura que la Antigua, es más exigente.
Allí donde la Antigua Ley admite la p0ligamia, la Nueva no permite ni siquiera el divorcio.
Quizá porque, tomando el Antiguo Testamento en bloque, es histórico, habla después de los acontecimientos, y de este modo tenemos la historia de las misericordias de Dios con los pecadores. Por el contrario, si tomamos el Nuevo Testamento, en bloque también, habla antes, propone el ideal de la santidad, y es así de una exigencia inusitada.
Cuando se escriba nuestra historia, la historia de la Iglesia y de la humanidad después del advenimiento del cristianismo, se verá ante todo la historia de las misericordias de Dios con los pecadores.
*Diario de Raïssa, publicado por Jacques Maritain, Barcelona, Estela, 1966, p. 201 (7 de abril de 1934)

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