Como creo que los lectores de este blog no se echarán para atrás, les animo a que en la cuestión del matrimonio homosexual lean material profundo, no sólo artículos coyunturales. Para empezar, este documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe: Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales.
Selecciono algunos textos del principio:
1. Interesante definición del matrimonio (2):
El matrimonio no es una unión cualquiera entre personas humanas. Ha sido fundado por el Creador, que lo ha dotado de una naturaleza propia, propiedades esenciales y finalidades. Ninguna ideología puede cancelar del espíritu humano la certeza de que el matrimonio en realidad existe únicamente entre dos personas de sexo opuesto, que por medio de la recíproca donación personal, propia y exclusiva de ellos, tienden a la comunión de sus personas. Así se perfeccionan mutuamente para colaborar con Dios en la generación y educación de nuevas vidas.
2. Sobre la definición legal y la objeción de conciencia (5):
Ante el reconocimiento legal de las uniones homosexuales, o la equiparación legal de éstas al matrimonio con acceso a los derechos propios del mismo, es necesario oponerse en forma clara e incisiva. Hay que abstenerse de cualquier tipo de cooperación formal a la promulgación o aplicación de leyes tan gravemente injustas, y asimismo, en cuanto sea posible, de la cooperación material en el plano aplicativo. En esta materia cada cual puede reivindicar el derecho a la objeción de conciencia.
3. Sobre derecho de los homosexuales al matrimonio (9):
Es falso el argumento según el cual la legalización de las uniones homosexuales sería necesaria para evitar que los convivientes, por el simple hecho de su convivencia homosexual, pierdan el efectivo reconocimiento de los derechos comunes que tienen en cuanto personas y ciudadanos. En realidad, como todos los ciudadanos, también ellos, gracias a su autonomía privada, pueden siempre recurrir al derecho común para obtener la tutela de situaciones jurídicas de interés recíproco. Por el contrario, constituye una grave injusticia sacrificar el bien común y el derecho de la familia con el fin de obtener bienes que pueden y deben ser garantizados por vías que no dañen a la generalidad del cuerpo social.
Cortito y al pie. Muy clarificador.
ResponderEliminar¿Pero que les pasa a la gente hoy en día?. ¿Como pueden juzgar algo en nombre de Dios?. ¿No es Él el que dijo que nos amasemos unos a los otros?No nos quiere a todos por igual y no nos discrimina?¿Porqué lo haceis vosotros en nombre de Dios?
ResponderEliminarMe parece increible que useis como escusa palabras que aparecen en un libro Sagrado, si, pero un libro donde aparece "La palabra de Dios". Pues bien, la palabra de Dios no es solo eso. Tienen que pensar que las cosas cambian; porque ya no vivimos en un mundo tan machista ni tan intolerante en muchos aspectos. Y no creo que quitarle unos derechos a unas personas sea muy cristiano.
El modelo de familia ya ha cambiado y han sido los heterosexuales los primeros en cambiarlo. Existes familias de madres solteras, padres solteros o divorciados o viudos y sus hijos no son peores que los de nadie. ¿Sabeis? Me da pena que penseis así, porque estais dando un mal ejemplo de intolerancia y de discriminación; y si esa es la educación que van a tener vuestros hijos..., creo que estais suspensos en esa materia. Ah y tranquilos que porque haya nacido un modelo nuevo de FAMILIA, que es la homoparental, no significa que los demás modelos de familia desaparezcan. Siento si os he ofendido, pero no teneis razón.