Mi madre me recordó el otro día la palabra curioso (con el significado de limpio, cuidadoso): es una persona muy curiosa significaría es una persona muy cuidadosa de su casa, de sus cosas. ¡Mira qué curiosita esa niña! se decía para alabar a una niña que iba muy limpia. Hacía años que no la oía.
Temeroso: en el sentido de temible. Me reía porque lo usaba un amigo de Valladolid (hace un frío temeroso). Luego vi que lo usaba así José Jiménez Lozano y me la volví a encontrar ayer en fray Luis de León, en la Profecía del Tajo (poema maravilloso y que quizá no debiera citar en nuestro mundo políticamente correcto). Ahora es una acepción que me parece muy bonita:
Oye que al cielo toca
con temeroso son la trompa fiera
que en África convoca
el moro a la bandera.
Inmenso artículo de Félix de Azúa en El país de hoy (lo pone Arcadi en su blog): la emprende con Barthes e tutti quanti que pasaban por dioses de la crítica hace no tantos años. ¿La de veces que he oído citar a Barthes en las Facultades de Filología! Menos mal que nunca me dio por leerle.
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