jueves, 13 de mayo de 2004

Primaveras

En Santiago día de sol, flores por todas partes (rododendros, todavía camelias y otras flores que no conozco). Lo comparo con la primavera en Castilla: la primavera gallega es barroca, de ricos; la primavera castellana es la del muerto que puede volver a la tierra por un tiempo limitado: alegría dentro de la tristeza.

Y todo esto por este poema de Antonio Machado:
¡Primavera soriana, primavera
humilde, como el sueño de un bendito,
de un pobre caminante que durmiera
de cansancio en un páramo infinito!

Campillo amarillento,
como tosco sayal de campesina,
pradera de velludo polvoriento
donde pace la escuálida merina!

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