Enblogs 06

Se trataba de un encuentro sobre blogs de Galicia y Portugal (aquí casi todo el material), es decir que tenía pinta de que sería para nacionalistas gallegos (de esos que dicen ahora grazas y Galiza) y, ya de paso, para portugueses. De todos modos, me apunté; como tenía que recoger el coche (cambio de batería y otras cosas menores: 160 euros), pasé a primera hora de la tarde cerca; había un sitio libre (30 céntimos me costó), así que me fui para el Consello da Cultura Galega, un chiringuito cuya función no acabo de ver, sobre todo porque además existe la Real Academia Galega, el Museo do Pobo Galego, otros organismos grandes y pequeños de las tres universidades y el Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento. Ah, me olvidaba del Centro Ramón Piñeiro de estudios de Humanidades (que son sólo humanidades galaicas, claro; ni se les han pasado por la cabeza los estudios clásicos).

Esta inflación de instituciones para una población total de 2,7 millones de habitantes me parece simplemente absurda. Y luego resulta que están los mismos en los distintos chiringuitos, mientras que el trabajo lo hacen becarios a tiempo parcial, a cambio de una miseria.

Bien, allí fui y allí estuve dentro diez minutos: hablaba uno sobre un chiringuito para que los enteradillos se enteraran de las noticias da Galiza. Luego empezó a hablar un portugués, al que yo seguía más o menos; por los rumores que se empezaban a oír, lo mismo le pasaba a la mayoría. Consideré que ya había cumplido y me fui. No vi a Carlos Certo.

Público: gente de mi edad. Camisetas tipo ochenta tipo arte pop-post-pop. Pelo medianamente largo, pero cuidado, para que pareciera mediamente rebelde. Barba corta. Todos con sonrisa de qué enrollado soy.

Lo único bueno de ir allí fue ver desde el Pazo de Rajoy las huertas de detrás del Obradoiro: un mundo escondido en el interior de una manzana de casa bajas. Otros disfrutaron de vistas del Obradoiro: yo no.