Kailāsa, una exposición en el Museo de las Peregrinaciones sobre eso, una peregrinación en torno a una montaña sagrada del Himalaya. Buenas fotos de Christoph Lingg y comentarios de Susanne Schaber. Un ejemplo tomado de su página, aunque no de esta exposición (lo mejor de este fotógrafo son los retratos):
Me llamó la atención que hagan la peregrinación en torno a la montaña, sin subir, porque me recordó a la idea de los griegos (y de otros muchos pueblos) de la montaña como ámbito de lo divino, que no debe ser traspasado por los mortales.
También en esto el judaísmo, y luego el cristianismo, es especial. Así como hay montes importantes (Sinaí, Tabor, Moria, luego Sión -donde se asienta Jerusalén- y por fin el Gólgota), y se ha podido relacionar a Jesús con un monte (cf. Los nombres de Cristo de fray Luis de León, capítulo 'Monte'), los montes en sí mismo son un añadido del paisaje (como para los griegos, primero está la tierra y luego los montes son como flanes puestos encima) que acaban siempre por los suelos cuando llegan los tiempos mesiánicos (montes fluxerunt sicut cera a facie Domini: 'los montes se derritieron como cera ante el rostro del Señor', cito de memoria). Lo mismo que el sol y la luna, dioses para otras religiones y luminarias en el Génesis, los montes puede ser imagen del Mesías pero en sí mismos son sólo accidentes geográficos, y más bien negativos cuando no se refieren a Cristo.
Desbarres bíblicos, sólo en Compostela (© ARP, rechace imitaciones).
No hay comentarios:
Publicar un comentario