La última parte de la visita al Museo de Arte de Zürich fue de arte más contemporáneo. Esto es de Maurice de Vlaminck:


Este paisaje estaba muy bien, el lago de Ginebra de Hodler:


Esto es de Kandinsky:

Por allí entrabas en una especie de sala como un laberinto, llena de luces: un
site specific de Pippilotti Rist. Queda resultón en las fotos:
Había un Rothko, muy a lo negro:
Para qie no faltase de nada, tenían un móvil gigante de Calder en el hall:
Me hizo ilusión ver una obra de Donald Judd, no porque me gustase, sino por reconocerla de los libros. Aproveché para hacerme un autorretrato:

Y yo mismo me hice un selfie ante un cuadro muy grande de Robert Delaunay:
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