Cuando estaba, hace ahora diez años, tan asustado y de médicos, todas las flores me gritaban.
Pero hoy nada. Yo, sin pizca de melancolías.
Hace un momento, de camino aquí, me paré a hacerles un poco más de caso a los pobres narcisos, tan vueltos en sí mismos:
Por ahí lo tenéis algo más adelantado que aquí
ResponderEliminarUn abrazo
Qué suerte, en Ávila faltan unas 4 semanas para que florezcan.
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