Como a media hora de Innsbruck está el monasterio cisterciense de Stams, románico recubierto de barroco.
Me hizo gracia ver en la entrada a la cripta una fila de estatuas como las que había visto en el cenotafio de Maximiliano en Innsbruck: estas eran de madera y de figuras destacadas de Tirol: allí se encontraban el conde fundador, Meinhard II, y un sucesor suyo conocido como Federico Bolsillosrotos y su hijo Sigmund el Rico-en-monedas, al que habíamos visto mencionado en Hall (todo está relacionado, salvo cuando no).
Lo más llamativo era lo que ocupaba el lugar de nuestros retablos mayores, una especie de árbol de Jesé pero sin serlo, porque estaba centrado en la Virgen en el medio y en la Asunción arriba, con la Trinidad esperándola. A los lados había santos de todo tipo, desde san Benito y san Bernardo a san Pedro y san Pablo o san Lorenzo. Todo muy variado. La Virgen en el centro está flanqueada por los dos Juanes. Curioso.
A mí me hizo gracia ver en el púlpito los textos que lo flanqueaban: Haereticis in malleum, schismaticis in flagellum, duris cordis in fulmen, es decir "Para martillo de herejes, flagelo de cismáticos y rayo de lo duros de corazón". Así, sin medias tintas.
Desde luego "Bolsillosrotos" y "Rico en monedas", como apodos, suenan mucho mejor que "el pobre" y "el Rico"; y da para contarle a los niños que el hijo se hizo rico en monedas a base de recoger las que se le escurrían al padre por los bolsillos rotos.
ResponderEliminarUn monasterio bien curioso, por lo demás, sí.
La historia de Tirol se puede contar así como un cuento, claro.
EliminarEn cuanto al beato Carlos de Habsburgo, hoy es su fiesta.
ResponderEliminar¡Anda, qué casualidad! Me alegro
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