Con el autobús urbano se podía ir desde Innsbruck a Hall im Tirol, una ciudad cercana muy importante en la Edad Media. Tiene un casco urbano en forma de almendra, como Santiago, con iglesias, conventos y palacios. Muy bien.
Empezamos con el convento del Corazón de Jesús: estaba el Santísimo Expuesto y me gustó mucho ver a una monja rezando allí delante, con un velo largo blanco, sin mirar a otro sitio que a la custodia: el mundo se salva gracias a ella. También me alegró ver una pintura de la aparición del Sagrado Corazón a santa Margarita María de Alacoque, de donde le viene el nombre a mi madre y a mi hermana.
Al lado estaba la iglesia de los Jesuitas. Había una exposición de arte contemporáneo, un artista que había puesto una estructura de plexiglás amarillo: pues vale. En los techos, mientras, estaban los anagramas de Jesús (IHS), María (MRA) José (JSPH) y IHM, que he mirado y algunos dicen que es Joaquín, pero que no me acaba de cuadrar.
Ya puestos, os digo las devociones principales del Tirol: la Sagrada Familia, la Virgen de Genazzano y otras del tipo glykyphiléousa, vamos, muy tiernas, besando al niño. También mucho san José. Luego san Sebastián, san Juan Nepomuceno, san Miguel y san Jorge.
En Austria todas las iglesias, quizá románicas o góticas en origen, acaban totalmente barroquizadas. En España ponían un retablo barroco, en Austria todo se convierte en decoración tirando a rococó, con estuco y oro por todas partes y pinturas por muchos sitios, buscando efectos de profundidad en los techos, todo muy de barroco italiano.
La Iglesia Parroquial era muy alta y larga, con una cabecera muy curiosa, porque estaba en diagonal respecto al eje de la nave.
Muy bien la cerveza que nos tomamos en la plaza y la emoción final fue encontrar la parada del autobús de vuelta, muy escondida, donde puse a prueba mis cada veces más débiles nociones de alemán.
¿Y ese "prifileciadum" por "priuilegiatum"? ¿Cómo habrá resistido ahí varios siglos sin que nadie lo corrija? ¡Vaya joya para una nueva Appendix Probi!
ResponderEliminarSí, lo iba a comentar y se me pasó. Fíjate también en el "Altarae": es una joya para ver la pronunciación del latín austriaco del barroco.
EliminarSí, uno se imagina al cura dictándole el texto al que pintó la inscripción, y preguntándole si lo había entendido bien. A este respondiendo que sí, por supuesto. Y a aquel marchándose tranquilo a casa. Da casi para tira cómica
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