lunes, 9 de septiembre de 2024

Innsbruck 4 - El mayor cenotafio y la grandeza de Maximiliano de Austria

Ya me dan pena mis alumnos, a los que diré, como en passant, además de lo de siempre de que cenotafio significa ceno- vacío (y de ahí la kenosis como término teológico, el anonadamiento de Cristo, el vaciamiento de su divinidad que dice san Pablo) y tafo- tumba; además de eso que siempre digo, ahora les diré, como al desgaire, que en Innsbruck en medio de la iglesia del Palacio Imperial está el cenotafio más grande que he conocido, el del emperador Maximiliano I, el padre de Felipe el Hermoso, el hacedor de esas alianzas matrimoniales por las que tuvimos en España la casa de Austria.

Es una especie de paralelogramo decorado con relieves de batallas y alianzas y luego hay dos filas de antepasados y personajes contemporáneos en esculturas de bronce. En Trento había visto también un esquema genealógico del propio Maximiliano que se remontaba a los troyanos y más allá y encontraba antepasados en todas partes. Algo de eso se pone aquí.

Yo le hice una foto a la estatua de bronce de Fernando el Católico y Juana la Loca:




Este era el de pinta más exótica:

Voy a poner aquí uno de los grabados que vi en la exposición de Trento, de un antepasado más o menos mítico, en concreto Childerico, de los hechos por Hans Burgkmair, y uno del propio Maximiliano, hecho por el propio Durero:





Y como lo mismo da cuatro que cuatrocientos, aquí tenéis a los nietos de Maximiliano, Carlos V y Fernando I, en una sala del castillo de Trento:
 
Y también de Trento los bisnietos, hijos de Fernando, de Jakob Seisenegger:

viernes, 6 de septiembre de 2024

Insbruck 3 - Lo que hay que ver por el centro

Innsbruck, como ciudad turística no parece que tenga mucho, la casa del tejado de oro y una iglesias de barroco normalito. Podría volver a repetir el axioma, aplicado ahora aquí: hay más y mejor arte en la provincia de Palencia que en todo el Tirol. 

Uno viene aquí seguramente por el paisaje, por esos tremendísimos montes que están de decorado al fondo, por la casa de los tiroleses, pero para arte, mejor otros sitios. Para colmo, el Museo de Arte, el Ferdinandeum, lo acababan de cerrar por obras.

Por decir dos sitios del centro histórico, estuvimos en la Catedral, donde destacaba una Virgen de Lucas Cranach en el retablo principal, ahora casi escondida en un retablo muy recargado:

De mi foto borrosa rescato la imagen de la Virgen. Esta y otras similares (especialmente la italiana Virgen del Buen Consejo de Genazzano) aparecen por todo Tirol, es llamativo lo que se repite:

También visitamos la iglesia de los jesuitas, nada demasiado especial. En la cripta estaba la tumba de Karl Rahner, por el que recé una oración, por si le hacía falta. Yo tengo la sensación de que su obra fue al final causa de un gran estropicio; eso sí, rayando todo teóricamente a gran altura intelectual, pero seguro que estoy equivocado porque en realidad no tengo ni idea de lo que realmente dijo. Su tumba estaba entre las de los otros jesuitas:

jueves, 5 de septiembre de 2024

Insbruck 2 - Trento

Me hizo ilusión la posibilidad de ir un día a Trento, al poco de llegar a Innsbruck, porque estaba a poco más de dos horas. 

No tenía demasiadas esperanzas de ver algo espectacular, pero sí de estar allí, de respirar aroma tridentino. Y de hecho hasta me hizo ilusión ver que tenían en la plaza de la Catedral a Neptuno. En ese momento caí en la cuenta de la relación de "tridente" con "tridentino".

Me perdonaréis que traiga aquí a colación la mítica cita de Menéndez Pelayo:

España, evangelizadora de la mitad del orbe; España martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio; ésa es nuestra grandeza y nuestra unidad; no tenemos otra. El día en que acabe de perderse, España volverá al cantonalismo de los arévacos y de los vetones o de los reyes de taifas.

Llamaba la atención lo excesivamente italiano que era todo en Trento: calles Verdi, Rosmini, y las demás también así, rotuladas con figuras patrias. Había un café Italia en la plaza y otro Venecia.

Fuimos al castillo, del que me temía lo peor: quizá son muchas ya las experiencias de fortalezas mastodónticas centroeuropeas de paredes gordas. En cambio había una finura en el castillo de Trento que era italiana de verdad, les había llegado el aroma a la ciudad imperial. La vista desde allí, con los montes de fondo, también era muy buena:



En estos medallones está Maximiliano, coronado allí emperador, pero también Carlos, Felipe el Hermoso y creo que Juana la Loca:

Para mayor alegría, había una exposición excelente en torno a Durero, que pasó por Trento camino de Italia y hasta hizo una acuarela del castillo, que aparece como está ahora, con pocos cambios. La exposición era sobre el paisaje en torno a Durero y había muchos retratos con paisajes nórdicos, de Durero y otros. Qué bien y por sorpresa. Me cobraron tarifa de jubilado, lo que me deprimió: les expliqué que yo era más joven, pero ya quedó la cosa así.

Hasta me alegró ver una piedra con el "Conócete a ti mismo en griego y en latín, ΓΝΩΘΙ ΣΑΥΤΟΝ ID EST COGNOSCE TEIPSUM:

Luego el Museo tenía muchas otras cosas interesantes, sobre los romanos en la región, Retia entonces; antes sobre los celtas, también algunas referencias a la problemática historia a caballo entre Italia y Austria.  Pero os pongo de la exposición de Durero este retrato de Gregor Angerer, un canónigo de Brixen (Bressanone en italiano), pintado por Marx Reichlich o como quieran llamar al autor:


En la parte de abajo, esta inscripción tan bonita:

Lo último que hicimos fue visitar la catedral, que no tenía nada, solamente la posible emoción de que allí hubo algunas sesiones del Concilio. En la cripta había restos paleocristianos y no quise pagar los tres euros: quizá eran fascinantes, nunca lo sabré ya.
El viaje de vuelta lo hicimos rodeados de camiones: qué tremendo tráfico entre el Norte de Europa e Italia por ahí.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Innsbruck 1

Estuve en Innsbruck este verano. Lo crucial es que es un cruce, un lugar de asentamiento entre montes gigantes que surgen del río (ya sé que geológicamente es al revés, pero whatever). 

No es una ciudad demasiado llamativa, pero sí que lo es que tenga montes gigantescos literalmente surgiendo de la base del río: miras para arriba y hay un enorme paredón y allá arriba los riscos tienen nieve. El río estaba desbordado del deshielo de lo último que va quedando de esa nieve.



Luego está el hecho de que es el paso entre el mundo germánico e Italia: el Tirol está en medio y por ahí ha pasado todo, todo el mundo y todo el comercio, todo: las influencias artísticas, por ejemplo. Pasan camiones de norte a sur como si lo regalaran: fuimos a Trento y eran filas y filas, cada uno de un país europeo, sobre todo del norte y del este: desde Lituania a Turquía pasando por Bulgaria, Rumanía o Dinamarca.

La calle más importante de Innsbruck es como todas las calles típicas austriacas, con casas barrocas y una columna de la Virgen. Lo llamativo son esas tremendas montañas de fondo:

martes, 3 de septiembre de 2024

La vieja del visillo nos dice que hablemos bajito

Vi este cartel y ya tengo otra teima aquí. Para empezar es de una fealdad grandísima y lo peor es que no lo entendí cuando lo vi. "Fala baixiño" es "habla bajito", pero no entendí por qué aparecía un busto con un pañuelo de paisana. ¿Quién era, la vieja del visillo? ¿Un tótem femenino que me dice que me calle? Pues he ido a mirar y resulta que es Maruxa, una de las dos Marías, que sí son totémicas para este ayuntamiento. ¿Y por qué me dicen que hable bajito, si por lo que fue famosa fue por pasear toda su vida con su hermana, ancianas repintadas, mientras las piropeaban los estudiantes?

Parece que el objetivo es que no haya ruidos por el ocio nocturno. Pues que tomen nota los afectados. Que lo recuerden en la puerta de las discotecas y pubs, que pongan multas, pero que no me den la brasa a mí cuando camino hacia la Facultad, junto al estanque, yo, que nunca levanto la voz y no necesito consejos evidentes, sobre todo dados con tonillo de superioridad moral.

Yo me huelo que todo esto, abroncarnos a todos, tiene que ver con los que se quejan de los peregrinos y, como no pueden decirlo así (hicieron una campaña muy ridícula en inglés para peregrinos: son alucinantes):


La gente de buen corazón seguro que ve con buenos ojos esta campaña. A mí me fastidia, porque soy así de revirado. Mirad aquí a Goretti, la alcaldesa (la segunda por la izquierda) con tutti quanti, diciéndonos que nos callemos, entre sonrisitas insufribles:

lunes, 2 de septiembre de 2024

25 poemas de Pascoli

Hace tres años compré en la Librería Páramo de Urueña el libro 25 poemas de Giovanni Pascoli, seleccionados y traducidos por Miguel d'Ors y publicados exquisitamente en La Veleta:

Así de primeras no me llamaron mucho la atención los textos. En mi estantería se quedó hasta ahora, que lo he cogido y me ha gustado un montón. A veces pasa eso, que hay que esperar el momento. El libro, leído ahora, me dio mucha alegría. Por ejemplo. este es un poema precioso, en el que unos hombres están arando y los pájaros miran:



viernes, 30 de agosto de 2024

La fe de Tolkien. Biografía espiritual

La fe de Tolkien. Biografía espiritual de Holly Ordway es un libro de 2023 que acaba de salir en español. La traducción es muy buena y está muy bien editado, lo cual es una alegría: enhorabuena a los impulsores.

El libro proporciona lo que anuncia, una biografía espiritual de Tolkien, en la que es central su modo de vivir la fe en todos los ámbitos de su vida, como esposo y padre, como profesor, como escritor. Su producción escrita refleja esa realidad vivida de su fe, aunque no de un modo alegórico o apologético en el sentido más simple de la palabra. Tolkien no quería hacer libros de demostración de la fe ni alegorías de la redención, sino crear un mundo a partir de la creación de lenguajes, con conciencia de que su creación era así subcreación, recrear a través del lenguaje la realidad del mundo creado por Dios. 

Pero mejor es que leáis lo que dice, y muy bien dicho, Luis Daniel González en Aceprensa sobre el libro.

También sobre lo católico en Tolkien (y en Waugh) hay una charla excelente de Joseph Pearce.