sábado, 28 de mayo de 2011

Despertaré a la Aurora

Voy a ejercer de cantamañanas con el salmo de ayer (57, 8; una variación bonita en el salmo 119, 147):
¡gloria mía, despierta!, ¡despertad, arpa y cítara!, ¡a la aurora he de despertar!
Cuadra bien este poema de Aquilino Duque (de Aire de Roma andaluza, 1979, creo que está en la antología suya que ha hecho Abel Feu)
RENOVACIÓN
Si dices la verdad no la repitas.
Sólo el que miente insiste.
Hay que cantar siempre algo nuevo,
nacer un poco cada día.
No permitas que el tiempo te aprisione
en su círculo mágico. Cada aurora es distinta,
y lo que anoche se te derrumbaba
se yergue con el alba más triunfante que nunca.
El hombre sólo es libre cuando mira adelante.
Solamente es feliz quien se inventa el destino.
En la rueda del año, para algunos monótona,
todo revive y se renueva:
el hijo, el libro, el árbol,
y esta bendita lluvia mientras arde
el fuego del hogar
y arma su gran guiñol la fantasía.

4 comentarios:

  1. Qué buen oficio y qué buen poema, gracias.
    "...y lo que anoche se te derrumbaba/
    se yergue con el alba más triunfante que nunca." Lo mismo dice este otro Salmo, el 30,6 :
    "Por la noche nos visita el llanto; a la mañana el júbilo".

    ResponderEliminar
  2. Sin ningún afán de polémica (que sería absurdo), copio aquí estos versos de Hölderlin, con otro punto de vista sobre la cuestión del comienzo y el fin del día. La traducción es de Luis Cernuda:
    En juveniles días a la mañana sentía regocijo, / por la tarde lloraba, y ahora, cuando más viejo soy, / dudando empiezo el día, aunque no obstante, / apacible y sagrado es para mí su fin.

    ResponderEliminar
  3. Genial poema. No veo la hora de enviarlo a conocidos, releerlo, hacer borradores de posts con él... Gracias.

    ResponderEliminar
  4. Joder, Ángel, qué buen ojo poético tienes...

    ResponderEliminar