Mira que me pasé veces junto al castaño, haciéndole fotos a una rama concreta, para documentar el crecimiento de las flores y luego los frutos (la última vez, en julio).
Este lunes pasé por allí y alguien había cortado en concreto esa rama: podría hacer la elegía o sacar una foto de otra, en la que se ven los erizos ya bien formados, cerca de abrirse y mostrar las castañas. Eso último es lo que hice:

Esto me recuerda a esos higos podridos que nadie se atrevió nunca a robar pero al revés. Aquí cortaron la rama y no la veremos llegar a su sazón, a su plenitud.
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