lunes, 22 de abril de 2019

Erizos

El jueves puse un enlace al Soneto a Cristo crucificado, mencionando que se atribuye a san Juan de Ávila. Este texto de una carta suya que leí el otro día de la Vida y virtudes del venerable varón Juan de Ávila, de Luis Muñoz es un firme apoyo a la atribución, sobre todo lo que pongo en negrita. Y es precioso, como todo lo que escribió este santo:
Y pues nos está mandado de parte de Dios que en ninguna cosa desmayemos, vamos a Él, fiados de su palabra, y pidámosle favor, que verdaderamente nos le dará. ¡Oh hermana, si viésemos cuán caros y preciosos somos delante los ojos de Dios! ¡Oh si viésemos cuán metidos nos tiene en su corazón, y cuando nosotros nos parece que estamos alcanzados, cuán cercanos estamos a Él! Sea para siempre Jesucristo bendito, que éste es a boca llena nuestra esperanza, que ninguna cosa tanto me puede atemorizar cuanto Él asegurar. Múdeme yo de devoto en tibio; de andar por el cielo a escuridad y abismo de infierno; cérquenme pecados pasados, temores de lo porvenir, demonios que acusen y me pongan lazos, hombres que espanten y persigan; amenácenme con infierno, y pongan diez mil peligros delante, que con gemir mis pecados y alzar mis ojos, pidiendo remedio a Jesucristo, el manso, el benigno, el lleno de misericordia, el firmísimo amador mío hasta la muerte, no puedo desconfiar viéndome tan apreciado, que fue mi Dios dado por mí. ¡Oh Cristo, puerto de seguridad para los que acosados de las hondas tempestuosas de su corazón huyen a ti! ¡Oh fuente de vivas aguas para los ciervos heridos y acosados de los perros espirituales, que son demonios y pecados! Tú eres descanso entrañable, fiucia que a ninguno de su parte faltó; amparo de huérfanos y defensor de las viudas, firme casa de piedra para los erizos llenos de espinas de pecados, que con gemidos y deseo de perdón huyen a ti. Tú defiendes de la ira de Dios a quien a ti se sujeta, Tú aunque mandas algunas veces a tus discípulos que entren en la mar sin ti, y que se desteten de tu dulce conversación, y estando Tú ausente se levanten en la mar tempestades, que ponen en aprieto de perder el ánima, mas Tú no los olvidas. Dícesles que se aparten de Ti y vas a orar al monte por ellos; piensan que los tienes olvidados, que duermes, y estás las rodillas hincadas rogando por ellos, y cuando son ya pasadas las cuatro partes de la noche, cuando a tu infinito saber parece que basta ya la penosa ausencia tuya para los tuyos, que andan en la tempestad, desciendes del monte y, como Señor de las ondas mudables, andas sobre ellas, que para Ti todo es firme, y acércaste a los tuyos cuando ellos piensan que están más lejos de Ti y dícesles estas palabras de confianza: Yo soy, no queráis temer.

6 comentarios:

  1. Yo no creo que el "Soneto a Cristo crucificado", que es uno de los mejores de la literatura española, sea de San Juan de Ávila. Y no me convencen de ello ni el bello texto de una de sus cartas que citas, ni tampoco los aparentemente más convincentes aún que cita la Wikipedia:

    "Autoría del Soneto a Cristo Crucificado.

    Se le atribuye el soneto anónimo "No me mueve, mi Dios, para quererte..." que es una de las joyas de la mística castellana. Si bien apareció impreso por primera vez en la obra del doctor madrileño Antonio de Rojas Libro intitulado vida del espíritu (Madrid, 1628), circulaba desde mucho tiempo antes en versión manuscrita. El argumento más sólido se constituye en que el precedente de la idea central del soneto (amor de Dios por Dios mismo) se halla en bastantes textos del Santo:

    "El que dice que te ama y guarda los diez mandamientos de tu ley solamente o más principalmente porque le des la gloria, téngase por despedido della." En sus Meditaciones devotísimas del amor de Dios.

    "Aunque no hubiese infierno que amenazase, ni paraíso que convidase, ni mandamiento que constriñese, obraría el justo por sólo el amor de Dios lo que obra." Glosa del "Audi filia", cap. L."

    https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_%C3%81vila#Obras

    ¿Por qué? Por dos razones. La primera es que lo que expresa ese soneto es un lugar común de los escritos de santos y místicos. El amor a Dios en ellos va mucho más allá del catecismo, de la teología, de la dogmática católica. Además, su verdadero autor podía haberse inspirado, para escribirlo, de los textos citados del santo de Almodóvar del Campo (cosa probable). La segunda razón, y para mí mucho más convincente aún, es que para escribir un soneto tan perfecto como ése, hay que ser un poeta muy grande y haber escrito muchos otros sonetos antes, de gran calidad también. Un soneto así no puede surgir de la nada de repente. Y que yo sepa San Juan de Ávila no escribió poesía.

    A mí ese soneto siempre me "ha sonado" a Lope de Vega. Buscando en internet información sobre él, veo que hay en Wikipedia una página dedicada a esa obra maestra, en la que se dice: "Montoliú, por otra parte, defiende la tesis de que el autor del soneto pueda ser Lope de Vega."

    https://es.wikipedia.org/wiki/Soneto_a_Cristo_crucificado

    No sé quién pueda ser ese Montoliú, pero creo que conoce bien los sonetos de Lope y el "tono" de sus más bellos sonetos religiosos.

    Me gustaría mucho saber lo que piensa de este tema el amigo (y experto en la materia) Enrique García Máiquez (que, por cierto, parece haber cerrado los comentarios de su blog - por falta de tiempo para comentarlos, imagino - y, a causa de su bondad proverbial, no atreverse a decirlo).

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  2. Cuatro bellos sonetos religiosos de Lope de Vega, entre "Los 10 mejores sonetos para meditar sobre la Pasión de Cristo", citados en este sitio:

    www.religionenlibertad.com/cultura/48593/lope-de-vega-quevedo-gongora-los10-mejores-sonetos-para-meditar.html

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  3. Busco en internet si Lope había leído a San Juan de Ávila y me encuentro con esto:

    "La persona, los escritos, la obra y los discípulos de Juan de Ávila influirán en los siglos posteriores. Hemos visto los santos y autores que estuvieron relacionados más o menos con san Juan de Ávila; casi todos ellos influenciados por sus escritos, por su persona o por su obra. Se suelen encontrar, además, vestigios de influencia místico-poética en san Juan de la Cruz y en Lope de Vega."

    https://www.corazones.org/santos/juan_avila.htm

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    1. Sí, lo que hace imposible una atribución segura es la posibilidad de que alguien, tomando planteamientos que están en san Juan de Ávila, hiciese este soneto. Yo veo mucha afinidad con sus planteamientos, sí. Supongo que habría que hacer un estudio estilistico a fondo para ver de verdad con qué escritor se puede relacionar más.

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    2. Es muy razonable lo que dice Baltasar G. M.; pero pasa por alto las objeciones posibles a la autoría de Lope. Una, mayor, es el hecho de que Lope era muy conocido; tanto, que se sabe que se hacían ediciones en las que se le atribuían por ejemplo comedias que sabemos con certeza que no son suyas, simplemente porque su nombre era garantía de éxito. Y en esas circunstancias es muy difícil creer que un soneto del valor y de la amplia circulación de ése pudiera correr anónimo durante años sin que nadie, ni él mismo, señalase la autoría.

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    3. La objeción de Anónimo es sólida, pero no irrebatible. Ese soneto es una declaración definitiva, total, de amor a Dios. Podemos imaginar que Lope, consciente de la calidad de su soneto, decide renunciar, como última prueba de ese amor, a la vanidad de su autoría. Obtener fama con ese poema en cierta manera invalidaría su propósito, que es el de expresar un amor sin condiciones. Tras escribir el genial terceto final:

      No me tienes que dar porque te quiera,
      pues aunque cuanto espero no esperara,
      lo mismo que te quiero te quisiera.

      publicar anónimamente ese soneto parece espiritualmente lógico, ¿no? ¿Y qué es la renuncia a firmarlo al lado del sacrificio de Jesucristo por los hombres evocado en el segundo cuarteto?

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