lunes, 4 de junio de 2018

Pocos, pero decididos

Sigo disfrutando como un tonto con el Libro de Alexandre. Cuando el rey se lanza a conquistar Persia lleva 188 naves (de dos vegadas ciento     doce podién minguar), que parecen muchas, pero es que Darío tenía veinte veces más. Pero, pero:
Mas el rey Alexandre     sabié una costumbre [=tradición]:
que omne [=hombre] nunca puede     vencer por muchedumbre,
que más valen los pocos     que han la firmedumbre
e les vien' por natura      de cuer [=corazón] la fortedumbre (158).
Me lo había apuntado hace unos días, pero ayer me encontré, en el relato sobre la guerra de Troya (que estoy disfrutando todavía más, si cabe) a Tersites, al que presentan como malo sin matices:
Cuemo diz' la palabra [=refrán]     que suelen retraer [=mencionar],
que más puede en concejo     un malo cofonder
que non podrién diez buenos     asentar nin poner;
hobiera allí por poco      assí a contecer (425).
Es decir, que un malo también vale por muchos. Menos más que aquí la cosa acaba sin contemplaciones: Ulises ni se digna dirigirle la palabra a Tersites. Le golpea y se acabó el problema.

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