martes, 13 de marzo de 2018

A cortarse el pelo

Fui de la Facultad al centro andando. En vez de meterme por Valdediós, una calle de mis preferidas que recorre un lateral de san Martín Pinario, fui por el Obradoiro, a ver un poco más despejada de andamios la fachada. Está quedando impresionante tras la restauración. El gran ventanal central, ese al que le dio Ronaldinho con un balón mientras grababa un anuncio, sorprende ahora de puro transparente. Me explicaron luego en la peluquería que resulta que era así, pero parecía traslúcido de puro sucio. También me contaron que el Pórtico de la Gloria está de caerse de espaldas tras la restauración, pero que no lo van a abrir al público hasta junio. A mí me llevaban los demonios: diez años cerrado y ahora no tienen prisa en abrirlo.
Mientras me cortaba el pelo, estuvimos lamentándonos de que ya nos hayamos acostumbrado a Santiago y que ahora sólo le vemos las pegas. Sin caer en ombliguismos, concluimos que no hay muchos sitios a la altura en España y que es una gran pena que no caigamos en la cuenta de ello. Fantaseamos con estar un tiempo fuera para volver y recuperar esa ilusión que recordé yo, cuando llegué aquí en diciembre de 1999 y recorrí el Preguntoiro por primera vez y no me podía creer lo que estaba viendo.


Esta foto es de enero. Ahora ya han quitado los andamios del medio hasta la altura de los otros.

4 comentarios:

  1. Hay que andar por la ciudad de uno como si se fuese un turista

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  2. ¿Ombliguismos?, objetivamente y sin discusión, Santiago y Toledo son las ciudades más extraordinarias de España...

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